sábado, 17 de mayo de 2014

Mau y la vida...

La última vez que escribí hablé sobre el decir y desear salud. Hoy tiene sentido y no. Mi Mau no está más con nosotros: se adelantó en el viaje. No puedo decir que perdimos la batalla contra el cáncer. La lucha nunca cesó y con eso ganamos. La cosa es que nada es como uno quiere y cuando uno quiere. Las ganancias son tan trascendentales como la propia vida y como la muerte misma. Difícil cuestión.

He decidido retomar este espacio. No sé muy bien si andaré por ramales o troncales, ni cuánto me detendré en cada estación. Sólo sé que las reflexiones sobre ser-estar-hacer siguen siendo importantes para mí. También sé que quiero honrar a Mau, acomodarlo en ese lugar especial y luminoso que me permita seguir viviendo, sintiendo, amando y soñando. Quizás sea esta una de las muchas maneras de hacerlo, sobre todo porque ha sido él quien más empeño puso en sacar de los escombros mis ganas de escribir.

Así como el agua y sumergirme en ella es esencial para mí, escribir siempre lo ha sido. Tengo cuadernos y libretas, muchos, llenos de palabras que he escrito para mí. He escrito siempre, desde que aprendí que leer-escribir curaban las heridas y desde que las palabras con sus alas me han ayudado a ritualizar la vida para metabolizarla.

Tengo ahora una necesidad de honrar a Mau a través de mí misma, de quien yo soy y he sido. Tengo ganas de decirle al mundo que la muerte arroja sombras y luz al mismo tiempo. Tengo ganas de mostrar que atravesar la muerte y la vida acompañada y querida, consciente y aceptante, es lo que me mantiene a flote.

Tengo ganas de recoger mis pasos y volver a andar por mi historia. Tengo ganas de volver al mundo de la vida. Y empezar a vivir de nuevo.

Hoy recupero mis fragmentos, los uno y atesoro, sólo para volver a verlos romperse en mil pedazos una y mil veces cada día.

Bienvenidos sean nuevamente el viaje y el movimiento.

1 comentario:

  1. Ere querida,

    De ti he aprendido muchas cosas tantas veces... Hoy me llevas a reflexionar sobre una más con tu frase "Tengo ahora una necesidad de honrar a Mau a través de mí misma, de quien yo soy y he sido." No omitiré decirte cuánto me sorprende tu forma de vivir lo que te toca vivir (frase también que de ti tomé). Extraño la cercanía y añoro la convivencia con vos... Te abrazo.

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